jueves, 18 de octubre de 2012

Psicología en la tecnología



         Psicología  en la tecnología

El artículo aborda la concepción tradicional de la aplicación del conocimiento psicológico cuestionando desde la perspectiva interconductual su relación con la ciencia básica y la congruencia que se alcanza. Recalca la necesidad de una transición planificada entre la conformación de la psicología estrictamente como ciencia y el uso tecnológico de ésta ante demandas sociales y su futura desprofesionalización Se señalan los criterios específicos que delimitan cada área tecnológica, las competencias del psicólogo y la forma en que los posibles usuarios entenderán esta labor. 
Palabras clave: Tecnología, psicología aplicada, interconductual, uso tecnológico, competencias.


La tecnología es el empleo de los conocimientos básicos de la ciencia adaptándolos a requerimientos sociales concretos, conjugándose en la mayoría de los casos con elementos tecnológicos de otras disciplinas (multidisciplina). "La tecnología proveniente de la ciencia tiene, por consiguiente, que ser elaborada como conocimiento sintético y sintetizador; sintético en la medida en que resulta de un proceso de revisión del conocimiento analítico a lo concreto y singular de los objetos particulares; sintetizador, en tanto la tecnología como conocimiento requiere de la integración situacional de aspectos únicos enmarcados en categorías generales." 

La psicología, como todas las ciencias, es requerida para solucionar demandas sociales, aunque muchas veces la petición se haga por un supuesto erróneo planteado por grupos o personas ajenas a la disciplina que no tienen claro lo que la psicología puede o no hacer. La aportación tecnológica que la psicología puede hacer es el análisis, evaluación, modificación y predicción de la conducta en interrelación con los factores ambientales en un contexto particular (Albarrán, 1997). Los alcances de la intervención están limitados al control que se tenga de las distintas variables que participan, por lo que no se puede asegurar un dominio total de los eventos o su predicción absoluta; "... la ciencia no pretende reproducir (lo cual sería prácticamente imposible) los múltiples aspectos y transformaciones propias de los eventos incluidos en su objeto de estudio, sino representar, de una manera simple y general, algunos de sus rasgos fundamentales." (Ribes y López, 1985, 235). La tecnología psicológica, entonces, se encargará de atender aquellas demandas sociales en las que se identifique que el factor fundamental es el comportamiento, examinando y orientando las variables conocidas para probabilizar un tipo de interacción especifica.


La tecnológica es el puente que la psicología, u otra ciencia, crea para hacer llegar a la sociedad su conocimiento y traducirlo en beneficios. Desde la perspectiva interconductual existen dos posiciones en cuanto a la justificación y delimitación de las áreas tecnológicas de la psicología; la primera es la de Kantor (1967) que sostiene la especialización de los subsistemas para establecer los limites y correspondencias entre las clases de problemas y la forma de abordarlos. Para poder diferenciarlos y clasificarlos utiliza los siguientes criterios: a) selección de eventos, b) énfasis en técnicas o investigación, c) formas de interpretación, y d) aplicación. Los subsistemas aplicados tienen dos usos o funciones: verificación (instrumentos o medios generales para probar o verificar el sistema comprensivo al cual pertenecen) y explotación (satisfacción de demandas sociales mediante procedimientos específicos), de los cuales ofrece tres ejemplos: la psicotecnología, la psicología educacional y la psicología clínica. La segunda posición es la de Ribes y López (1985) en la que se señala la diferencia entre la aplicación de la ciencia y la tecnología derivada de ésta, advirtiendo que el conocimiento proveniente de la ciencia básica no puede ser aplicado directamente como conocimiento tecnológico sin antes ser elaborado de modo sintético y sintetizador. La tarea tecnológica consiste en identificar las dimensiones psicológicas en los problemas prácticos y la unidad de las situaciones psicológicas concretas sin perder contacto con la ciencia básica. De tal forma que no se considera factible contar con áreas tecnológicas especializadas, pero sí el reconocimiento de circunstancias de aplicación interdisciplinarias y multidisciplinarias.



En contraste con las dos posiciones anteriores, y aún dentro de la teoría interconductual, se presentan los argumentos y criterios a considerar para la delimitación de áreas tecnológicas en psicología.


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